* LOS PATRONOS DE LA UV
El próximo 27 de julio, la H. Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana –formado por nueve destacadas personalidades académicas del estado y de otras partes del país, que al igual que el Colegio Cardenalicio de El Vaticano eligen desde hace 12 años de manera poco transparente al Rector de la UV– decidirán si el rectorado de Raúl Arias Lovillo se extiende por otro periodo cuatrienal más o si le dan oportunidad a un nuevo sucesor.
Arias Lovillo, quien el martes de esta semana declaró en Orizaba que justamente “lo que nos ha enseñado una docena de años de autonomía” es que “esto es un proceso académico, no político”, externó por fin el pasado miércoles10 que sí aspira a reelegirse en la Rectoría.
“Si un grupo de universitarios cree que tengo los méritos académicos como para aspirar a un segundo periodo, pues con todo gusto aceptaría”, admitió el actual rector, quien reiteró que “donde la comunidad universitaria me quiera, yo estaré ahí.”
Descubiertas sus aspiraciones, Arias Lovillo tuvo a bien proponer de manera tácita una tregua a sus detractores, aquellos que desde 1997 –recién decretada la autonomía de la UV en las postrimerías del sexenio del gobernador Patricio Chirinos– se han opuesto a la forma en que el grupo burocrático identificado con el ex rector Víctor Arredondo Álvarez, actual secretario de Educación de Veracruz, ha venido dirigiendo y administrando la máxima casa de estudios. “Yo respeto muchísimo a quienes puedan aspirar al cargo de Rector de la Universidad, de mi parte no habrá nunca ni una mala expresión”, prometió el economista nativo de Coatepec, a quien le imputan haber encubierto como sustituto en la UV del ahora titular de la SEV un daño patrimonial por alrededor de 250 millones de pesos, referente, entre otras irregularidades, al presunto fraude por el arrendamiento de un lote de tres mil computadoras a la empresa Rodríguez Pasquel y Asociados, y luego por el llamado “error” del Centro Nacional de Evaluación (Ceneval) –una asociación civil muy ligada al ex rector–, que en agosto de 2008 obligó a las autoridades universitarias a aceptar a un total de mil 600 estudiantes de nuevo ingreso a pesar de no haber aprobado su examen de admisión.
Estos expedientes, que en lugar de haberles dado cauce penal por el daño que representaban para el patrimonio de la UV sólo fueron puestos a consideración del Consejo General Universitario para darle una salida política, tratando de exonerar así a los presuntos responsables del perjuicio financiero ocasionado a la máxima casa de estudios, estarían por ser retomados y encausados ante las instancias fiscalizadoras y ministeriales correspondientes –tanto locales como de la Federación, debido a los fondos públicos de origen federal que le han sido transferidos a esta institución de educación superior– por los grupos que buscan impedir la reelección de Arias Lovillo.
Habrá que ver si deveras estos grupos que se oponen a la prolongación por cuatro años más de la dupla Arredondo-Arias Lovillo en la Rectoría de la UV se deciden llegar a tal extremo, lo que obviamente judicializaría el proceso de elección de la autoridad universitaria.
Y es que aunque Raúl Arias ha declarado que de su parte no bloqueará los intentos de otros aspirantes a la Rectoría, y que el indicado para dirigir a la máxima casa de estudios será “quien presente el mejor proyecto académico para la institución y sea respaldado por la comunidad universitaria”, lo cierto es que otros precandidatos observan y critican el uso y abuso de los recursos de la UV por parte del actual rector para afianzar su proyecto reeleccionista.
De entrada, Arias Lovillo les lleva ventaja porque los nueve miembros de la H. Junta de Gobierno – Silvia del Amo Rodríguez, Miguel Limón Rojas, Mario Muñoz, Carlos Octavio Rivera Blanco, Santiago Mario Vázquez Torres, Enrique Florescano Mayet, Romualdo López Zarate, José Negrete Martínez y José Sarukhan Kermez– fueron propuestos por Arredondo y por el actual rector al Consejo General Universitario.
Pero no sólo eso. Algunos de estos notables reciben canonjías de la SEV o de la UV, y hasta son dependientes del ex rector y de su sustituto.
Los dos casos más descarados son los del historiador Enrique Florescano Mayet y de Miguel Limón Rojas, secretario de la SEP en el sexenio del presidente Ernesto Zedillo, con el cual colaboró Arredondo como director de Educación Superior, de 1994 a 1997.
Ahora, Limón Rojas, a través de la Consultora Valora, cobra como asesor de Arredondo en la SEV, donde cada mes participa junto con su socio Carlos Mancera Corcuera en las reuniones del Grupo de Gestión Administrativa de la dependencia del gobierno veracruzano.
Miguel Limón, también a propuesta de Arredondo, fue incorporado hace tres meses a la Comisión del Centenario y Bicentenario en el Estado de Veracruz que preside… ¡Florescano Mayet!
Precisamente la SEV, a través de la Subsecretaría de Desarrollo Educativo, ha instrumentado para la conmemoración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, en el 2010, una amplia participación de las escuelas primarias estatales y de los Institutos Tecnológicos de Veracruz.
Por su parte, el rector Arias Lovillo también tiene muy bien arropado a Florescano Mayet, a cuya oficina no sólo ha alojado en el portal de la UV en internet sino que dispuso también un espacio en el quinto piso de la torre de Rectoría para la Comisión que preside el historiador. Y este miércoles, en la Sala de Videoconferencias de la USBI-Xalapa, con transmisión simultánea a todas las regiones de la Universidad Veracruzana, promovió la presentación del libro “Atlas Histórico de México”, cuyo autor es el miembro de la H. Junta de Gobierno que dentro de casi seis semanas habrá de ratificar por cuatro más al actual rector o elegir a su sucesor.
Por si ello fuera poco, hace una semana Arredondo y Arias Lovillo amarraron otro apoyo más: el del poderoso banquero de origen tuxpeño Roberto Hernández Ramírez, quien como presidente del Patronato Pro Universidad Veracruzana se comprometió el pasado 5 de junio –en una reunión realizada en la USBI Xalapa y transmitida por videoconferencia a los demás campus de la UV– a apoyar la construcción de la Sala de Conciertos para la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) con el fin de que esté concluida en 2010 y sea la obra emblemática del Centenario de la Revolución y el Bicentenario de la Independencia.
Este anuncio cautivó hasta el gobernador Fidel Herrera, quien tres días después lo presumió ante los medios de comunicación en el desayuno organizado con motivo de la Libertad de Expresión.
Por eso es que los grupos contrarios a Arredondo y Arias Lovillo no ven otra opción de arrebatarles la Rectoría que judicializando el proceso de elección, pero la interrogante es si deveras se atreverán a llegar a medida tan extrema que salpicaría al propio mandatario veracruzano. ¿O a poco Arredondo, desde la UV, no fue uno de los patrocinadores de la campaña electoral de Herrera Beltrán en la sucesión estatal del 2004?
Xalapa, Veracruz-México 2009
Arias Lovillo, quien el martes de esta semana declaró en Orizaba que justamente “lo que nos ha enseñado una docena de años de autonomía” es que “esto es un proceso académico, no político”, externó por fin el pasado miércoles10 que sí aspira a reelegirse en la Rectoría.
“Si un grupo de universitarios cree que tengo los méritos académicos como para aspirar a un segundo periodo, pues con todo gusto aceptaría”, admitió el actual rector, quien reiteró que “donde la comunidad universitaria me quiera, yo estaré ahí.”
Descubiertas sus aspiraciones, Arias Lovillo tuvo a bien proponer de manera tácita una tregua a sus detractores, aquellos que desde 1997 –recién decretada la autonomía de la UV en las postrimerías del sexenio del gobernador Patricio Chirinos– se han opuesto a la forma en que el grupo burocrático identificado con el ex rector Víctor Arredondo Álvarez, actual secretario de Educación de Veracruz, ha venido dirigiendo y administrando la máxima casa de estudios. “Yo respeto muchísimo a quienes puedan aspirar al cargo de Rector de la Universidad, de mi parte no habrá nunca ni una mala expresión”, prometió el economista nativo de Coatepec, a quien le imputan haber encubierto como sustituto en la UV del ahora titular de la SEV un daño patrimonial por alrededor de 250 millones de pesos, referente, entre otras irregularidades, al presunto fraude por el arrendamiento de un lote de tres mil computadoras a la empresa Rodríguez Pasquel y Asociados, y luego por el llamado “error” del Centro Nacional de Evaluación (Ceneval) –una asociación civil muy ligada al ex rector–, que en agosto de 2008 obligó a las autoridades universitarias a aceptar a un total de mil 600 estudiantes de nuevo ingreso a pesar de no haber aprobado su examen de admisión.
Estos expedientes, que en lugar de haberles dado cauce penal por el daño que representaban para el patrimonio de la UV sólo fueron puestos a consideración del Consejo General Universitario para darle una salida política, tratando de exonerar así a los presuntos responsables del perjuicio financiero ocasionado a la máxima casa de estudios, estarían por ser retomados y encausados ante las instancias fiscalizadoras y ministeriales correspondientes –tanto locales como de la Federación, debido a los fondos públicos de origen federal que le han sido transferidos a esta institución de educación superior– por los grupos que buscan impedir la reelección de Arias Lovillo.
Habrá que ver si deveras estos grupos que se oponen a la prolongación por cuatro años más de la dupla Arredondo-Arias Lovillo en la Rectoría de la UV se deciden llegar a tal extremo, lo que obviamente judicializaría el proceso de elección de la autoridad universitaria.
Y es que aunque Raúl Arias ha declarado que de su parte no bloqueará los intentos de otros aspirantes a la Rectoría, y que el indicado para dirigir a la máxima casa de estudios será “quien presente el mejor proyecto académico para la institución y sea respaldado por la comunidad universitaria”, lo cierto es que otros precandidatos observan y critican el uso y abuso de los recursos de la UV por parte del actual rector para afianzar su proyecto reeleccionista.
De entrada, Arias Lovillo les lleva ventaja porque los nueve miembros de la H. Junta de Gobierno – Silvia del Amo Rodríguez, Miguel Limón Rojas, Mario Muñoz, Carlos Octavio Rivera Blanco, Santiago Mario Vázquez Torres, Enrique Florescano Mayet, Romualdo López Zarate, José Negrete Martínez y José Sarukhan Kermez– fueron propuestos por Arredondo y por el actual rector al Consejo General Universitario.
Pero no sólo eso. Algunos de estos notables reciben canonjías de la SEV o de la UV, y hasta son dependientes del ex rector y de su sustituto.
Los dos casos más descarados son los del historiador Enrique Florescano Mayet y de Miguel Limón Rojas, secretario de la SEP en el sexenio del presidente Ernesto Zedillo, con el cual colaboró Arredondo como director de Educación Superior, de 1994 a 1997.
Ahora, Limón Rojas, a través de la Consultora Valora, cobra como asesor de Arredondo en la SEV, donde cada mes participa junto con su socio Carlos Mancera Corcuera en las reuniones del Grupo de Gestión Administrativa de la dependencia del gobierno veracruzano.
Miguel Limón, también a propuesta de Arredondo, fue incorporado hace tres meses a la Comisión del Centenario y Bicentenario en el Estado de Veracruz que preside… ¡Florescano Mayet!
Precisamente la SEV, a través de la Subsecretaría de Desarrollo Educativo, ha instrumentado para la conmemoración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, en el 2010, una amplia participación de las escuelas primarias estatales y de los Institutos Tecnológicos de Veracruz.
Por su parte, el rector Arias Lovillo también tiene muy bien arropado a Florescano Mayet, a cuya oficina no sólo ha alojado en el portal de la UV en internet sino que dispuso también un espacio en el quinto piso de la torre de Rectoría para la Comisión que preside el historiador. Y este miércoles, en la Sala de Videoconferencias de la USBI-Xalapa, con transmisión simultánea a todas las regiones de la Universidad Veracruzana, promovió la presentación del libro “Atlas Histórico de México”, cuyo autor es el miembro de la H. Junta de Gobierno que dentro de casi seis semanas habrá de ratificar por cuatro más al actual rector o elegir a su sucesor.
Por si ello fuera poco, hace una semana Arredondo y Arias Lovillo amarraron otro apoyo más: el del poderoso banquero de origen tuxpeño Roberto Hernández Ramírez, quien como presidente del Patronato Pro Universidad Veracruzana se comprometió el pasado 5 de junio –en una reunión realizada en la USBI Xalapa y transmitida por videoconferencia a los demás campus de la UV– a apoyar la construcción de la Sala de Conciertos para la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) con el fin de que esté concluida en 2010 y sea la obra emblemática del Centenario de la Revolución y el Bicentenario de la Independencia.
Este anuncio cautivó hasta el gobernador Fidel Herrera, quien tres días después lo presumió ante los medios de comunicación en el desayuno organizado con motivo de la Libertad de Expresión.
Por eso es que los grupos contrarios a Arredondo y Arias Lovillo no ven otra opción de arrebatarles la Rectoría que judicializando el proceso de elección, pero la interrogante es si deveras se atreverán a llegar a medida tan extrema que salpicaría al propio mandatario veracruzano. ¿O a poco Arredondo, desde la UV, no fue uno de los patrocinadores de la campaña electoral de Herrera Beltrán en la sucesión estatal del 2004?
Xalapa, Veracruz-México 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario